Ariel Lima, un gran goleador que trabajaba en la TV Pública

-"Cómo mejoraron estos troncos. Se ve que vieron los videos de nuestra jugadas en San Telmo",  chateamos tras el terrible contragolpe de Alvarez, Messi, MacAllister y Di María contra los franchutes.

"Jua jua" reímos como pibes. Al igual que miles de veces en décadas. Es que nunca nadie reconoció debidamente los dones de nuestra dupla goleadora mortal a la que habíamos autodenominado "Vladimir" y "Puntín". 

Adentro y afuera de la canchita de Futbol 5 a la que religiosamemte íbamos los sábados al mediodía,  cada vez más vendados y lentos hasta colgar los botines, el cronista Ariel Sergio Lima o @arselima para sus fans en las redes, fue además de un gran alegrador de las  vidas de todas y todos, un "self made journalist" que supo viajar desde la base de la prensa gráfica al stand up de las noticias de los últimos 30 años en la TV Pública argentina. Allí lo pilló la muerte, justo cuando se estaba por ir a cubrir la temporada en la Costa Atlántica.

Al cabo de tres décadas, la tele le había entregado todos los secretos del oficio. Me lo crucé una vez en Ezeiza cubriendo un avatar y me llamó la atención en acción su timing de movilero. Ese es mi amigo, pensé, el día que debutó en el piso conduciendo el noticiero central. Y lo mismo sentí cuando se dio el gusto de escribir un sabroso libro sobre su cobertura en la misión de Francisco por  la paz en Medio Oriente.

Hace un par de diciembres fuimos a Cardales a un asadito y peloteo en lo de Claudio con nuestros viejos y nuevos hermanos del fútbol amateur. En la ruta, él y yo solos,  escuchamos que un colega había muerto.

- ¿Habrá  un cielo o un infierno aparte para los periodistas, donde no romper los quinotos al resto de las almas?, le dije.
- Seguro, pero no tengo apuro por saberlo, ya nos vamos a enterar, me contestó.

Ese cuore de amigo y más grande que una catedral te ha dicho basta.

Tu cachorros Malena, Rocío y Nacho, tu amado Boca, Sabina y Serrat, la Unión Cívica Radical, tu militancia gremial en la TVP, los asados y las pastas, tus amores y proyectos, nosotros...

Todos nos seguimos preguntando cómo es eso de que te vas querido Ariel.

Eso no se hace amigo. Teníamos tantas yapas para gastar y tantas cosas para conversar, como le escribió Miguel Hernández a su querido Ramón.

Que tengas un buen viaje hasta la otra orilla. Te vamos a extrañar.

De tu amado Nano, para vos Ariel