¿Vos qué plan tenés? Cómo se salvarán los multimillonarios del apocalipsis

El nuevo libro de Douglas Rushkoff revela el plan de los magnates para escapar al fin del planeta

DE COLEGAS 30 de septiembre de 2023 EL PAÍS
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Musk, Bezos, Zuckerberg: Tres sobrevivientes VIP


 

MANUEL PASCUAL/
EL PAÍS
 
 
Los multimillonarios creen que el mundo está llegando a su fin. No tiene fecha. Pero para multimillonarios como Elon Musk, Jeff Bezos o Mark Zuckerberg, que cada vez lanzan más proyectos para mejorar el futuro de la humanidad, el apocalipsis está cada vez más cerca. La elite mundial está segura de que se avecina un evento que acabará con la civilización, y su máxima preocupación no es salvar al mundo, sino salvarse ellos.

¿Cómo hacerlo? Eso le preguntaron al intelectual Douglas Rushkoff, que ahora critica las fantasías escapistas de los más ricos: "Más que emularles, debemos reírnos de ellos".

El escritor de 62 años, con más de veinte libros, tres documentales y un podcast semanal en su espalda, fue citado en 2017 a un resort de lujo escondido en el desierto de California, donde cinco ejecutivos se sentaron a su alrededor para preguntarle cómo tenían más posibilidades de sobrevivir a ese "evento" catastrófico. No están seguros de qué podría ocurrir, pero pronostican algo similar a un colapso medioambiental, una agitación social, una explosión nuclear, una tormenta solar, un virus imparable, un gran sabotaje informático o una renovada rebelión de las máquinas.

Thank you for watching. De forma sutil, o no tanto, muchos magnates ya revelaron sus intentos de escape. Elon Musk (X/Twitter) quiere trasladar la sociedad a Marte. Jeff Bezos (Amazon) apuesta por el espacio. Mark Zuckerberg (Meta) prefiere refugiarse en el metaverso, mientras que Sam Altman (OpenAI) y Ray Kurzweil (Google) apuestan por cargar su mente en una computadora. Peter Theil (Palantir) apunta a no envejecer jamás.

"Están organizándose para el apocalipsis, como si hubieran visto el fin de la civilización. Se han dado cuenta de que fueron demasiado lejos", reflexiona Rushkoff (foto) en diálogo con El País. De su reunión en 2017 hasta hoy, el escritor sintetizó la mente de los multimillonarios en "La supervivencia de los más ricos", el libro donde detalla los planes de escape, la idea de la Mentalidad y hasta la elección de Nueva Zelanda como refugio apocalíptico.Escapar del apocalipsis... y de las demás personas.

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Frente a las cámaras, todo es sonrisas. Elon Musk llama a tener hijos y expresarse libremente, Mark Zuckerberg apuesta por un mundo cada vez más conectado donde todos sean amigos y Jeff Bezos hace alarde de su filantropía y sus ganas de hacer mejor el mundo. Rushkoff no juzga el libro por la portada: para los ricos y privilegiados, escribe, el futuro de la tecnología se trata de “una sola cosa: escapar del resto de nosotros”.

Los multimillonarios no planean un futuro colaborativo como el que plantea Rushkoff, sino más bien un "sálvese quien pueda". El magnate JC Cole lo sabe perfectamente, y por eso fundó Safe Haven Farms, un complejo de máxima seguridad para resistir la próxima pandemia o desastre del cambio climático. 

REDES EN GGUERRALa otra guerra: entre el tecnoautoritarismo y el capitalismo de vigilancia

The Oppidum, en República Checa, tiene todo planeado para que los multimillonarios se salven a ellos solos.Para entrar se necesita invertir tres millones de dólares. Cole apuesta a lograr "una red de comunidades agrícolas residenciales secretas y totalmente autosuficientes para millonarios, custodiadas por Navy SEAL armados hasta los dientes". Los miembros "también obtienen una participación en una red potencialmente rentable de franquicias agrícolas locales que, en primer lugar, podrían reducir la probabilidad de un evento catastrófico", escribe Rushkoff. 

Cole representa los temores al extremo. No revela su cara ni las ubicaciones de sus refugios, porque ante un eventual colapso de la sociedad prefiere estar protegido. Su mayor preocupación no es una confrontación violenta con la turba armada al otro lado de la valla. Es “la mujer al final del camino de entrada con un bebé en brazos y pidiendo comida. No quiero estar en ese dilema moral”, le dijo a Rushkoff.

Un pensamiento de pocos
"Todos los tecnólogos que se consideran progresistas, liberales y preocupados por el clima vieron que habían creado un monstruo. Se dan cuenta de que sus plataformas ayudaron a generar la confusión", analiza el escritor. "Ahora quieren arreglar rápidamente las cosas, pero utilizando el mismo tipo de herramientas que las rompieron. Y eso no funciona", agrega en El País. El mundo está cerca de su fin, así que mientras intentan arreglarlo, también se aseguran un escape.

Según analiza Rushkoff, esta élite dominante es particularmente peligrosa por dos cuestiones. En primer lugar, tienen "la capacidad de destruir el mundo", algo que jamás tuvieron élites del pasado. Y segundo, como individuos, tienen más poder sobre más tipos de cosas. "Estos personajes no están bajo el control de un gobierno y tienen muy poco sentido de la responsabilidad social", asegura.

 Douglas Rushkoff alerta de los planes de los multimillonarios y se ríe de ellos. La élite comparte la idea de la Mentalidad, según define el escritor. Piensan que "siempre hay otra solución tecnológica o de mercado para los grandes problemas sociales y medioambientales. Y que el individuo rico puede seguir elevándose por encima del resto". "Es una forma extrema de ateísmo que dice que los seres humanos son solo material y no tienen alma, que no hay sentido en la realidad, que la vida es solo información y que todo lo que importa es difundir sus genes y sus medios. Es pensar que el éxito es comprar Twitter y dejar embarazadas a tantas mujeres como sea posible", explica Rushkoff.

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Escaparse y esconderse como sea posible. A la hora de buscar soluciones para la humanidad, las ideas de los magnates son limitadas. Pero para dejar de ver los problemas hay una gran variedad. Estos son algunos de los escapes por los que los multimillonarios optan:

+ Rising S Company, en Texas, vende búnkers de lujo por casi 10 millones de dólares. Vienen con una sala de bowling privada, pileta, puertas “resistentes a las balas” y una “salida de cueva para motor”, para que puedan ir y venir en las sombras como Batman.

+ Vivos, en California, vende departamentos subterráneos de lujo. En realidad, son silos de misiles e instalaciones de almacenamiento de la Guerra Fría convertidos en “resorts Club Med en miniatura”, escribe Rushkoff.

+ En República Checa se esconde The Oppidum, “el búnker de multimillonarios más grande del mundo”. Tiene comodidades como luz solar natural simulada, enormes estacionamientos para los autos de lujo, una bóveda de vinos y un depósito “inexpugnable” para forasteros que permite a los magnates esconder todas sus pertenencias. 

+ El movimiento “seasteading” propone ciudades independientes y flotantes para los ricos, donde hay una nueva civilización ultralibertaria libre de impuestos, regulaciones antimonopolio y políticos entrometidos.
Si no es en una isla flotante, es en un yate. Se vendieron 887 superyates en todo el mundo en 2021, un aumento del 77% con respecto al año anterior. Jeff Bezos, por ejemplo, se compró uno para él y otro más pequeño para su helicóptero.

+ Nueva Zelanda es un destino muy elegido. Según informaron medios estadounidenses, Peter Thiel hizo un trato con el empresario Sam Altman para escapar en un jet privado a una casa apocalíptica de 190 hectáreas con vista al lago Wānaka ante la primera señal de colapso social.

Resguardar la mente es otra opción. Sam Altman pagó 10.000 dólares a la empresa emergente Nectome sólo para estar en la lista de espera para cargar su cerebro en una computadora. Cuando el creador de Dogecoin, Shibetoshi Nakamoto, preguntó a sus seguidores en Twitter si alguna vez "subirían su cerebro a la nube", Elon Musk respondió crípticamente: "Ya lo hice" . “

+ Para Rushkoff, todas estas son soluciones temporales. "Es más un enfoque desconectado de la vida que una estrategia viable para el apocalipsis. Como un niño pequeño que se esconde y piensa que taparse los ojos con las manos puede evitar que lo vean", opina. "La visión del futuro que tienen Thiel, Musk o Zuckerberg es muy oscura. Más que emularles, debemos reírnos de ellos”, agrega. En el fondo, siente un poco de pena. "La mentalidad que requiere refugios seguros no está tan  preocupada por prevenir dilemas morales. Prefiere, simplemente, mantenerlos fuera de su vista", escribe.

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