El fútbol y los tobillos siempre que pueden dan revancha. En el 90, D10s lo tenía hecho polvo, pero esta vez festejamos al compás del tamboril. Argentina, los "All Whites", es campeona en cancha y marketing. Y relevamos a Brasil en eso de que, "hagas lo que hagas, te vamos a vacunar igual". Aunque seamos menos y encima todos blancos. Es el gran tema, desde el 98 cuando La France devient "Black, Blanc, Beur"
En Brasil 2014 fue Piedra Libre total para la supremacía negra. El mundial mejor jugado, 64 partidos a full, con negros y moros en Marruecos, Costa Rica, Costa de Marfil, Nigeria, aviones que encendían la pasión por los más débiles. Pero 9 de cada 10 subidos de tono jugaban en Europa, muchos desde niños, como nuestro pequeño emperador.
Ahora ha pasado la Eurocopa, con los goles negros de España. Y la Copa América, con las panteras de Colombia y Ecuador, para tomar la posta del futbol desteñido de Brasil. Morochos y malabares son el maridaje perfecto desde que asomó el ballet brasileiro de Suecia. Mi abuelo explicaba la habilidad de los motosos desde el prisma de las razas y su adaptación. Recuerdo aquel chiste:
"El niño negro pregunta:
- Mamá, por qué tengo el cabello motoso, la piel oscura, las palmas y los dientes blancos.
- Hijo, para que no te ataquen insectos y alimañas, para que no te vean los depredadores de la selva, para que encuentre la tribu en la espesura de la selva.
- Mamá, y por qué entonces vivimos en Nueva York?
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) recuerda que hay más de 43.000.000 de niños refugiados y desplazados. UNICEF advierte que sólo en 60 países (donde vive el 25% de los niños del mundo– alcanzarán los objetivos de desarrollo 2030. Unos 1.900 millones de niños y niñas de 140 países están más o menos lejos de lograrlo. Muchos morirán jóvenes, con hambre, sin electricidad ni agua, con mucha droga y penurias a mano.
Charles Darwin, en "El origen de las especies" erró feo: "En 500 años la raza anglosajona se habrá extendido y exterminado naciones enteras. La raza humana, como una unidad, habrá subido de rango". Sí la pegó en aquello de que no sobreviven los mejores sino los más aptos. Por ejemplo, yendo al grano, los que les peguen a la redonda con las dos.
En tiempos confusos para el VAR y la palabra social, hay mucho darwiniano suelto. Como en esta Argentina de derechas y en la anterior que decía ser de izquierdas. Después de casi infartarnos en la final con Colombia, los pibes de la celeste y blanca se filmaron en el vestuario meta cumbia y alcohol. Magnates del planeta futbol, hacen trencitos y cantan. A cualquiera le pasa, el vivo los pilla en un canto racista dedicado a los blacks de la Francia, una pavada al lado de lo que le canta a los rivales la creativa hinchada de San Lorenzo. Pero en las banlieues de Europa hay una gran sensibilidad: A Edinson Cavani lo multaron en UK por decirle negrito, cariñosamente, a un compañero de equipo. Por afuera de esta crónica, decir negro es pecado. Seamos todos verdes, verdes claros o verdes oscuros.
Todo lo que sigue es una gran confusión, bien argentina, que devora al secretario de Deportes por exigirle a Leo Messi que pida perdón por los pecados racistas de su equipo.Y la que dice cualquier vergüenza ajena es la vicepresidenta a la que sus admiradores consideran la gran esperanza blanca por si un día se descalabra la psiquis del presidente exabruptador. Javier, que fue jugador de fútbol, se sienta en la punta de la silla como si estuviera listo por salir a patear la pelota. Llueve otra polémica en la babel argentina sobre política y fútbol o viceversa. ¿Cuál debería ser la justa verba estatal? Dos rugbiers franceses habrían violado a una chica en Mendoza y el gobierno galo condenó la conducta, aunque no vale comparar, una cosa es reirse del color de piel, otra el delito sexual.
Ya que dijimos "chica", sorprendió el español argentinado de Kylian Mbappé, la estrella de las izquierdas que irá a jugar al club más ganador del mundo, preferido desde siempre de la derecha española. Sin que esto suponga decir que sus seguidores son todos fachos. Ya problemas tenemos.
El deporte, el fútbol y la radio no estaban en los radares de Carlos Marx, quien auguraba que la tristeza del domingo sería el germen de la lucha de clases y la revolución. Otro que la pifió feo, como Darwin. Hoy los pibes sueñan con ser estrellas del balompié. Los desnutridos, que vivirán10, 20 o 30 años menos, y los que desde la cuna nunca no les falta nada. En todos piensa el poder. Para este invento, ser moreno es un plus, no es como la política donde viene tu jefe, el pobre Joe Biden y te llama "tipo negro".
Paremos aquí, que empieza un partido en Escocia y no me lo quiero perder. Como decíamos, cosas de negros.
*Periodista.